miércoles, 20 de mayo de 2015

Oliendo, comida

Descarnada
y desnuda.

Arraigada a su camino
esperando aire fresco
que deslice sus peores deseos
por su quebradiza piel.

Tanto sin responder
y de tanto hablado,
lo efectivo
no eran palabras,
con miradas,
sucesos acordes.

Acordes con la sinfonia
que tus propios pasos marcan,
que racional dicta,
que equilibrio perdido
bajo miradas súbitas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario