Te hablo del dulzor en lo amargo,
de la sonrisa en el llanto,
del saber en la experiencia
y de nuestro ser, la pura esencia.
Háblame tú entonces cuando encontraste
el dulzor en esa sonrisa,
el saber en algún ser
y de la experiencia que te llevó a la esencia.
Dejemos de lado lo amargo,
simplemente hoy no quiero ningún llanto.