Esa rueda giratoria
de logros falsos
y fracasos reales.
Donde pesan más los silencios
que los propios hablares
y el acto de abrir los ojos,
no es por simple antojo.
El ataúd de la soledad amplia sus puertas,
ofreciendo todas sus carencias;
¿Cuáles tomar?
Similar a todas tus obediencias.